Ir al contenido principal

Trucos para que una biblioteca arda esplendorosamente



En el marco del Festival Leer es una Fiesta, organizado por la Alianza Francesa, tres escritores estarán conversando acerca de sus bibliotecas personales. Véalos cómo, sin pudor alguno, sacan de sus baúles placeres culposos, libros vergonzantes y quizá alguno que otro clásico o un autor contemporáneo para guardar las apariencias. Si se descuidan, llévese algún libro; si usted se descuida, no respondemos.

Gustavo Solórzano-Alfaro

Día: jueves 18 de octubre
Hora: 7: 00 p. m.
Lugar: Alianza Francesa, barrio Amón, San José


Mi biblioteca consta de escasos ochocientos volúmenes. Casi la mitad es un botín de guerra de la casa paterna que todavía no tengo seguro (mientras mi hermano aún lo pretenda). A cambio dejé unos cien libros infantiles. La otra mitad y quizá algo más la he comprado en diferentes lugares, principalmente entre los dieciocho y los veintidós años. Por qué esa edad no debería ser ningún secreto. O quizá es tan solo la época ingenua en que uno cree que leer es bueno y da sabiduría… 

Comentarios

Katmarce ha dicho que…
Hola Gustavo: Y yo que me sentía culpable de tener unos cuantos libros que aún ni siquiera he podido ojear (hay varios con su emplasticado envoltorio)... Y me invade más culpa cuando paso a la librería y salgo con un volumen más en la bolsa...

Saludos,
Katmarce--
submarinopimienta.blogspot.com
Gustavo Solórzano-Alfaro ha dicho que…
Katmarce: Esos es más común de lo que uno se imagina. A fin de cuentas, coleccionamos libros como coleccionamos otras cosas.

Saludos y gracias por pasar

Entradas populares de este blog

Paisaje de la multitud que vomita

¿Algún conocido? Poeta en Nueva York , escrito entre 1929 y 1930, durante la estancia de Lorca en la ciudad que da título al poemario, y publicado por primera vez en 1940, es uno de esos libros imprescindibles. Cuando lo descubrí, junto con algunos amigos, fue como si hubiese descubierto el santo grial de la poesía. El libro fue leído, releído, imitado burdamente, vuelto a leer, estudiado y analizado. Ha pasado mucho tiempo desde esos regodeos adolescentes, pero sigue siendo para mí una obra fundamental, reveladora, única; de una fuerza avasalladora, de una creatividad desatada. Más allá del surrealismo, más allá del estilo lorquiano, representa para mí mucho de lo que considero es, o debe ser, la poesía. Cada vez que iniciaba un curso con estudiantes de secundaria, les leía “Paisaje de la multitud que vomita”. ¿Qué mejor forma de decirles: “Señores y señoras, la poesía no es lo que ustedes imaginaban”? El solo título, y la mujer gorda en la primera imagen, bastaban para que abri

Dos poemas de Rafael Rubio

El arte de la elegía     Todo consiste en llegar al justo término y después, dar a luz la voz: dejar que se complete la muerte. Nadie va a lamentar una metáfora imprecisa ni un epíteto infeliz, cuando la muerte está viva en el poema.                                     Todo estriba en simular que nos duele la muerte. Sólo eso: hacer creer que nos aterra morir o ver la muerte. Imprescindible elegir una víctima que haga las veces de un destinatario: el padre o el abuelo o el que fuere, con tal que su muerte haya sido lo bastante ejemplarizadora como para justificar una ira sin nombre. Impostarás la voz hasta que se confunda con el ciego bramido de una bestia. Así infundirás piedad en tu lector. Recomendable el terceto pareado si se quiere seguir la tradición del abandono, leerás la elegía de Hernández a Ramón Sijé o la que en don Francisco de Quevedo, maestro en el arte de la infamia versificada inmortalizara a fulano de tal.                                              Debe ser

Novela III: Bar Roma, de Marco Retana

(Marco Retana, Bar Roma , San José: EUNED, 2008, 168 pp.) Palimpsesto urbano Un acercamiento a la novela Bar Roma de Marco Retana ...los temas recurrentes son la pobreza, el fracaso, la vida que no resuelve nada, la nostalgia, el transcurrir monótono de la existencia, las ilusiones perdidas, lo que no cambió jamás, lo nunca vivido, las briznas de la experiencia, los lugares que –como lo hombres que los poblaron– se deshacen. Myriam Bustos Arratia* Preludio Marco Retana fue un autor bastante austero, si es que esto se puede decir en literatura, pues en vida solamente publicó tres libros; y más aún, los publicó entre los 35 y los 44 años de edad. En los años siguientes no se publicaría ningún otro trabajo suyo. En 1997, Myriam Bustos hacía hincapié en este “silencio” como un posible período de gestación de una novela. Vaticinio o no, once años después se cumple. Retana dejó inéditos dos libros de poesía y una novela. Uno de los poemarios ya ha sido publicado y ahora tenemos la oportuni