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Dos poemas

Poema (en prosa)

La sangre se vuelve agua, cae una cruz en mis entrañas. Los pasos son aproximaciones de tigre hacia el cadalso, hacia el ocaso, hacia la noche inmensa y atribulada.

Y así, estas reflexiones hechas con base en pan y agua, forman la argamasa de un castillo gigantesco, donde duermen las doncellas antes de ser inmoladas porque así lo piden las buenas costumbres y el deseo.

Sé que mi padre me reprocharía haber abandonado mis estudios. Sin embargo, también imagino que está orgulloso de que su hijo sea un poetastro empedernido. Mi madre, por otro lado, es una mujer hermosa, bendecida por la gracia de las lluvias, envuelta en tornasoles rojos e imposibles.

Hoy toco a la puerta de mi casa. Nadie abre. Son fantasmas venidos a menos quienes habitan estas ruinas, ruinas perfectas e invisibles, donde cada tanto me detengo a descansar.

Son fantasmas, no lo saben, y se han olvidado de asustar.

Sombra

lentamente se desdibuja una sombra imposible en la pared del fondo la que da al baño a la izquierda de la entrada

con mucho cuidado se acercan las niñas a tocar aquel designio morboso de contornos alados

saben que no puede ser bueno despertar en medio de la nada cuando todas las personas se han retirado del lugar

ahora descubren el precioso culto de los labios la joya del sexo inmaculado la presea de un mechón de pelo teñido por la aurora

la sombra se desliza como suelen hacerlo las sombras sus contornos se perfilan cada vez mejor con más detalle

las niñas huelen el néctar que se desprende de esa forma figura etérea heterogénea perfecta e insalvable

los padres cerraron el lugar después de la tragedia un minuto más y habrían tenido que aceptar que aquella sombra no era nada no era nadie

era el viento en los cristales

Comentarios

Lilya Nuratis ha dicho que…
Los poemas son suyos?? me encantaron!!!

cuantas sombras en los dos.. cuantas ausencias y gritos contenidos...

un calido beso
Lilya
Anónimo ha dicho que…
Me ha sorprendido gratamente estas poesías Asterión; hay aquí trabajo, denuedo y vivencias que sólo unos pocos pueden transformar en materia poética como lo hace esta escritura. Felicitaciones.
Un abrazo de xavier.
Anónimo ha dicho que…
Lilya: sí, son textos míos. Me halaga que te hayan gustado.

Xavier: bienvenido a esta casa. Pues trabajo sí hay, y que bien que te hayan sorprendido.

Saludos a ambos y gracias por leer.
Ophir Alviárez ha dicho que…
Profundos, casi adoloridos los versos van develando la nostalgia de una voz madura que mira en perspectiva y asume el paso del tiempo y sus ¿estragos?

Me encantan ambos finales, perfectos.

OA
Mon ha dicho que…
Tenés que saber (por lo menos sospechar) que no me gusta el cine, pero me encantó la manera en que ambos poemas se presentan como escenas de películas en retrospectiva.
Anónimo ha dicho que…
Ophir: creo que quedan muy bien esos signos de preguntas en la palabra estragos.

Mon: sinceramente, no podía sospecharlo, pero me llama mucho la atención ese aire cinematográfico que les viste.

Saludos a las dos y mcuhas gracias por su apreciación de los texots.
Germán Hernández ha dicho que…
El primero, Poema (en prosa)maneja muchos de los tópicos que sueles utilizar.

Pero el segundo verdaderamente transcurre, te mantiene en vilo, y las imáges sí se conectan, me gusta, y tiene un cierto dejo a Alfredo Trejos.
Anónimo ha dicho que…
Germán: gracias por tus apreciaciones, como siempre.

Evidentemente, me llama la atención que digás que hay un "cierto dejo" a Alfredo, pues apenas he leído algunas cosas sueltas de él; nunca he leído sus poemarios completos.

¿Podrías extenderte más?

Saludos.
Leandro ha dicho que…
Me gustaron mucho los dos. "Bendecida por la gracia de las lluvias" es una imagen bellísima.
Anónimo ha dicho que…
Leandro: muchas gracias, me siento halagado.

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